Entes multilaterales ajustaron sus pronósticos y si bien la economía regional se expandirá, lo hará a un menor ritmo que el año anterior y esto incidirá en mercados laborales. Expertos analizan proyecciones clave.
Por Valora Analitik para Grupo SURA*
El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) han revisado recientemente sus proyecciones económicas en el mundo y la región, frente a los efectos en esta parte del mundo de aspectos como el conflicto bélico en Ucrania, las fuertes presiones inflacionarias, las alzas históricas de tasas de interés en Estados Unidos, Asia y Europa, así como las interrupciones en las cadenas de suministro globales, entre otras.
En su más reciente informe, el FMI estima que el producto interno bruto de América Latina y el Caribe cerrará este año con una expansión de 3%, cuando en abril pasado previó un 2.5%, en respuesta a la sólida dinámica económica del primer semestre de 2022.
“La reapertura de los sectores que requieren un contacto intensivo —especialmente hotelería y viajes—, la activación de la demanda reprimida por la pandemia y condiciones financieras externas todavía favorables impulsaron una sólida expansión durante el primer semestre del año, permitiendo que la recuperación del sector servicios se equiparara a la de las manufacturas y que el empleo retornara a los niveles previos a la pandemia”, dijo el FMI en su reporte.
Por su parte, la Cepal pronosticó un crecimiento del 2.7 % para la región en su informe de agosto frente a su informe anterior en que proyectó un crecimiento del 1.8 %. En cambio, el Banco Mundial considera que el PIB de América Latina y el Caribe será del 2.5 % este año.
“Los precios de las principales exportaciones de América Latina y el Caribe serán sustancialmente más altos en 2022, pero los beneficios para el crecimiento se verán limitados por una respuesta lenta de la producción de algunos productos básicos y por el aumento de los costos de los insumos, incluidos la energía y los fertilizantes”, anotó el BM.
Juan Pablo Espinosa, director de Investigaciones Económicas de Bancolombia, explicó que, para el caso de América Latina, “un tema común en las revisiones tiene que ver con los mayores precios de las materias primas que se ha dado en este 2022, consecuencia del conflicto entre Rusia y Ucrania, y la mayor demanda por materias primas”.
De acuerdo con Espinosa, esto compensa en parte la presión a la baja sobre la actividad económica y es un efecto transitorio de estímulo al crecimiento, teniendo en cuenta la actual coyuntura de mayores inflaciones y altas tasas de interés.
“Creemos que el crecimiento debería tener mejores resultados que otras regiones de mercados emergentes y Europa, porque está menos expuesta directamente a la guerra en Ucrania y las interrupciones del suministro que esto ha implicado. Y como región exportadora de materias primas, se beneficia de mejores términos de intercambio”, indicó al respecto, Todd Martínez, director del grupo de soberanos en América Latina de Fitch Ratings.
En cuanto a las perspectivas de crecimiento por países, el FMI revisó las previsiones para la economía colombiana, pasando del 5.8 % proyectado en abril, a un crecimiento del 6.3 % al cierre de 2022. Entre tanto, la Cepal corrigió al alza su proyección, del 4.8 % a 6,5 %. Por su parte, el Banco Mundial prevé que la economía colombiana cerrará el año con un PIB del 5.4 %.
A juicio de Diego Camacho, economista senior Internacional de Credicorp Capital, cabe esperar que la dinámica de crecimiento que ha tenido Colombia en los últimos meses y, en especial, la observada en 2021, tenga una moderación hacia sus tasas convencionales. “Seguramente este año crecemos por encima del 6 %, una cifra que va a estar muy cercana a la que prevé el Banco de la República”, indicó.
La economía chilena, por su parte, cerraría el 2022 en 1.8 %, luego de que el FMI revisara al alza las perspectivas de crecimiento desde el informe de abril. La Cepal proyecta que el PIB del país austral concluirá el 2022 en 1.9 %, y el BM apunta a un crecimiento del 1.7 %.
Así las cosas, Martínez afirma que desde la calificadora de riesgo creen que las cifras de crecimiento de Chile y Colombia se ven favorecidas por los efectos de ‘arrastre estadístico’ de sus “muy fuertes recuperaciones económicas a fines de 2021, que dan un punto de partida favorable a sus PIB que mantienen su crecimiento positivo en el conjunto del año, incluso si se estancan o contraen en trimestralmente”.
La proyección de Fitch Ratings para Chile es “consistente” con su economía al estar entrando en recesión técnica, “mientras que nuestra proyección para Colombia asume un crecimiento muy modesto en el segundo y cuarto trimestre”, señaló la calificadora.
En cuanto a México, el FMI revisó al alza las proyecciones de crecimiento, al considerar que para 2022 cerrará en 2.4 %, luego del 2 %, previsto en su informe anterior. La Cepal, por su parte, revisó al alza, pasando del 1.7 % proyectado a un 1,9 % para cierre del año. En contraste, el Banco Mundial cree que el PIB de México será del 1.7 % para este año.
“Es un crecimiento que contrasta con el resto de la región y el elemento central que hay detrás de ese de ese estancamiento es un deterioro en la inversión privada y pública”, indicó Camacho. Según el economista senior de Credicorp Capital, prima el clima político, pues el presidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), “lleva tres años en el gobierno y en los primeros dos fue hostil contra del sector privado y asociarlo a lo que él considera que es un problema de corrupción”.
Lo anterior, dijo Camacho, es la característica principal del desempeño que ha tenido México y, aunque fiscalmente se destaca por las cifras de corto plazo, que no tenga grandes balances en el sector externo es “un lunar en materia de crecimiento”.
¿Cómo evoluciona el desempleo?
En materia de empleo, en su más reciente informe, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recordó que en 2020 América Latina y el Caribe fue la subregión más golpeada, con altos niveles de contagio y mortalidad a causa de la Covid-19, la caída más pronunciada del PIB (7.5 %) y una caída de la jornada laboral equivalente a 36 millones de empleos a tiempo completo.
Este organismo de las Naciones Unidas prevé que para 2022 la tasa de desempleo en América Latina y el Caribe se ubique en 9.3 % y espera que, frente a niveles prepandemia, los niveles de empleo y participación en la fuerza laboral se mantengan por debajo y, en contraste, la tasa de desempleo por encima.
“Como muchos de los que habían salido del mercado laboral en 2020 volvieron a entrar en el transcurso de 2021, la tasa de desempleo se mantuvo elevada en un 10%, pero se espera que disminuya en 2022 y 2023”, indicó.
“Aunque el crecimiento económico en la subregión se reanudó en 2021, el crecimiento del empleo sigue siendo limitado y ha sido impulsado en gran medida por el trabajo informal”, concluyó la OIT.
Además, la recuperación del empleo se ha basado en trabajos informales, a los que la OIT atribuye entre 50% y 80% de la recuperación vista en 2022, lo que significa que al menos uno de cada dos trabajadores en la región se desempeña en condiciones de informalidad, según una nota técnica de la OIT publicada el 1° de septiembre, donde se advierte también que “las mujeres de menor nivel educativo no sólo han sido el grupo más golpeado por la pandemia sino también el más rezagado en la fase de recuperación del empleo”.
De hecho, Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la Cepal, indicó a finales de agosto que la disminución de la actividad económica ha frenado la recuperación de los mercados laborales, en especial para las mujeres, cuyo desempleo este año llegará a 11,6% este año, superior al 9,5% de 2021.
Tasas de interés en América Latina
Las fuertes presiones inflacionarias han instado a los bancos centrales a subir las tasas de interés y los emisores de América Latina y el Caribe no han sido ajenos a esta situación.
El FMI explicó que es probable que las presiones del costo de vida permanezcan elevadas por algún tiempo en la región, con pronósticos de inflación de 12.1% y 8.7% para 2022 y 2023, respectivamente, lo que representa las tasas más elevadas de los últimos 25 años.
“Es decir, se prevé que a finales de este año la inflación acceda el límite superior de los rangos fijados como meta por los bancos centrales en unos 400 puntos básicos, en promedio, en las cinco principales economías de América Latina (Brasil, Chile, Colombia, México y Perú), y que se mantenga fuera de los rangos durante parte del año que viene”, afirmó el FMI.
De acuerdo con el organismo, de llegar a darse un mayor debilitamiento de las monedas o un aumento de las presiones salariales, que se sumen a los mecanismos de indexación presentes en algunos países, “podrían generar nuevas presiones inflacionarias”.
En el caso colombiano, la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas de agosto de 2022, publicada por el Banco de la República, el promedio de los analistas prevé que la inflación en Colombia alcance 10.02% a cierre de 2022, mostrando un repunte desde el 9.32% previsto en la medición de julio. En atención a lo anterior, la encuesta arroja que las tasas de interés en Colombia terminarían 2022, en promedio, en 10.14 %, frente a una tasa de intervención vigente desde el 1° de agosto de 9%.
“Creemos que, para el caso de Colombia, sí hay espacio de incremento adicional en las tasas de interés, pero de menor proporción comparado lo que se ha adoptado, tanto en magnitud de la próxima reunión como en cantidad de incrementos. Al final, estamos viendo la tasa entre 9.5 % y 10 %”, indicó Juan Pablo Espinosa, director de Investigaciones Económicas de Bancolombia.
De otro lado, el emisor mexicano afirmó que tanto las presiones inflacionarias acumuladas derivadas de la pandemia y del conflicto entre Rusia y Ucrania continúan afectando a las inflaciones general y subyacente, que en julio registraron tasas anuales de 8.15% y 7.65%, respectivamente, alcanzando niveles no observados en dos décadas.
Diego Camacho Álvarez, economista senior Internacional de Credicorp Capital, explica que en los próximos dos o tres meses el Banco de México puede observar que no hay señales de que la inflación vaya a ceder, por lo que “seguramente” apruebe un incremento adicional. El analista prevé que la tasa de interés en México se ubique entre 9.50 % y 9.75 % al cierre de 2022.
Acerca de Chile, en julio, el Consejo del Banco Central acordó incrementar la tasa de interés en 75 puntos básicos, hasta 9.75 %, mientras que el emisor de Perú elevó los tipos en 50 puntos básicos, hasta llegar a 6.5 %.
“Los bancos centrales de América Latina han sido los más proactivos del mundo en aumentar las tasas ante el shock inflacionario”, precisó Todd Martínez, de Fitch Ratings. Según él , los emisores de la región han sido más agresivos con los aumentos en los tipos, como es el caso del Banco Central de Brasil, y pueden llegar al final de sus ciclos de ajuste más pronto.
“Pero es posible que la mayoría de los demás bancos centrales de Latinoamérica tengan que endurecer aún más la política monetaria a la luz de los registros de inflación aún altos, como lo indican las actas de su comité de política monetaria”, concluyó el director del grupo de soberanos en América Latina de Fitch Ratings.
*Este artículo es elaborado por el equipo de Valora Analitik para Grupo SURA. Su contenido es de carácter periodístico y no compromete posturas o recomendaciones específicas de nuestra Organización.