La región enfrenta un escenario macroeconómico más desafiante, en un contexto de altas tasas de interés para disminuir el aumento del costo de vida. Pero también hay factores potenciales que facilitan nuevos desarrollos.
Por Valora Analitik para Grupo SURA*
Los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión económica para América Latina y el Caribe (Cepal) han adelantado que la región tendrá un escenario menos positivo para el desarrollo de su actividad económica en 2023.
Si bien la región expandirá su producto interno bruto (PIB) este año, será moderado frente a los más recientes resultados (2021-2022), debido a dos asuntos macroeconómicos relevantes: altas tasas de interés y una persistente inflación.
“Las tendencias del PIB para América Latina en 2023 nos sugieren una moderación en la actividad productiva a lo largo de la región, principalmente, por la materialización de las condiciones monetarias de los bancos centrales como respuesta a las subidas de precios”, explicó Juan Pablo Espinosa, director de Investigaciones Económicas de Bancolombia.
Para el analista, esto ocurre debido a la materialización de las políticas macroeconómicas tomadas por los principales bancos centrales de la región, lo cual, a su juicio, “tendrá una incidencia importante”.
¿Cómo están los pronósticos?
Las presiones inflacionarias son una de las mayores preocupaciones para determinar cómo evolucionará la actividad macroeconómica de América Latina para el 2023. Y, aunque en líneas generales ya han venido disminuyendo los índices de precios al consumidor, presiones repentinas como un cambio de curso del conflicto entre Rusia y Ucrania podrían desviar ese curso.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento de la región apunta a una desaceleración del 2 %, en un contexto de tasas de interés más altas y precios más bajos de las materias primas.
El crecimiento también se vería afectado por una ralentización en socios comerciales de importancia para la región como Estados Unidos y la zona euro.
Así, el FMI proyecta que República Dominicana y Panamá tendrían de las mayores expansiones del PIB este año en la región con 4.3% y 4%, respectivamente, impulsadas —en buena parte— por el nearshoring y el turismo. En contraste, las principales economías de la región avanzarían a menor ritmo: Brasil tendría un crecimiento de 1.2%, mientras México lo haría a una tasa de 1.5 %.
Economías de menor escala tendrán crecimientos en línea con el rango entre el 1.1% de Colombia y el 3.6 % de Uruguay. No obstante, se espera una contracción del crecimiento en Chile (-1.1%), tras la combinación entre aumento de tasas de interés y un freno en el consumo.
Por otro lado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que el crecimiento de América Latina y el Caribe sea de 1,3 % en 2023. “La región se encuentra en una encrucijada de desarrollo que exige un cambio fundamental en el paradigma de la política fiscal”, detalló el organismo.
La Cepal coincide con el FMI en que la actividad económica de Panamá y República Dominicana serán las de mayor expansión en la región. Mientras tanto, la Cepal es un poco más pesimista en cuanto a Brasil y México, cuyas economías solo crecerían 0.9 % y 1.1%, respectivamente.
“Desde el punto de vista macroeconómico, todos los países vienen de una situación de pandemia que los afectó fiscalmente, con unos crecimientos importantes después, acompañado de un proceso de restricciones de cadenas logísticas que subió la inflación y los intereses. Ahora estamos llegando a un punto de inflexión y entraremos a un escenario económico más normalizado”, señaló Ricardo Jaramillo, Vicepresidente de Desarrollo de Negocios y Finanzas de Grupo SURA, durante un panel de Valora Analitik, el 14 de febrero pasado.
Este directivo agregó que la región pasará por un periodo menor crecimiento económico, con efectos en el consumo y la responsabilidad fiscal por parte de los gobiernos de la región será clave para mantener a la región bien posicionada ante la inversión.
Tasas de interés, política clave en el futuro
América Latina fue una de las principales regiones en lanzar una cruzada de los bancos centrales por atacar la espiral inflacionaria, flagelo -en parte- de la crisis logística derivada de la pandemia por el Covid-19 y la guerra en Ucrania.
Aunque en buena parte de la región el costo de vida se ha ido reduciendo, la inflación subyacente, aquella sin alimentos y energéticos, aún se mantiene en altos niveles.
“Los bancos centrales seguirán enfrentando el reto de que esa moderación económica no será suficiente para retornar a la meta de los niveles objetivos de inflación y, en ese orden de ideas, la credibilidad sobre la capacidad para lograr esa convergencia continuará siendo un reto que limitará las capacidades para responder rápidamente a la tendencia de desaceleración de la actividad productiva”, enfatizó Espinosa.
No obstante, la política de tasas de interés está pasando por una corriente heterogénea, ya que cada uno de los bancos centrales de la región está tomando decisiones particulares, lejos del incremento constante de hace unos meses.
Así las cosas, Brasil es a febrero de 2023 el país de la región que tiene la tasa de interés más alta, con 13.75 %; seguido de Colombia (12.75%) y Chile (11.25%). Por su parte, México, la segunda economía de la región, volvió a incrementar su tasa hasta 11%, mientras Perú decidió mantenerla estable en 7.75%.
“Los bancos centrales de países tales como Brasil, México, Chile y Colombia, si bien mantienen niveles elevados de tasas en respuesta a la persistencia de presiones inflacionarias, estimamos que podrían estar iniciando la revisión de señales claras de convergencia inflacionaria para reducir las tasas de interés antes que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), lo que podría tener lugar durante el segundo semestre de 2023”, apuntó Fabiano Borsato, director de Operaciones de la consultora Torino Capital.
Las oportunidades de América Latina
A pesar de los desarrollos, en principio desfavorables, América Latina tiene oportunidades de desarrollo interesantes durante este 2023, de acuerdo con los análisis del FMI y de consultoras especializadas.
De acuerdo con el organismo internacional, los gobiernos deben centrarse en políticas para lograr la estabilidad económica, estimular el crecimiento y la creación de empleo y necesidades sociales: “Esto ayudará a aliviar el malestar social y a restablecer la confianza en las instituciones públicas. Pero estas medidas exigen determinación, persistencia y la creación de un consenso social en torno a diversas cuestiones”, explicó la entidad.
Para el FMI, los bancos centrales “no deben flaquear” en su lucha para reducir la inflación. y ve probable que las tasas deban mantenerse altas por un tiempo, “para garantizar que la inflación vuelva a descender a niveles fijados como meta”. Y agregó que la política fiscal debe enfatizar en gasto social para ayudar a los de menos ingresos y al mismo tiempo reducir la deuda pública.
Por otro lado, Theodore Kahn, director asociado de Control Risks, sostiene que la región tendrá oportunidades frente a los cambios en los mercados energéticos. “(América Latina) debe aprovechar los precios altos para sus exportaciones de hidrocarburos al tiempo que se posiciona como jugador clave en el suministro de energía alternativa y de minerales estratégicos”.
En esto también coincide la consultora británica Canning House, al plantear en un reciente documento que la región “cuenta con recursos importantes” para masificar la transición energética.
“América Latina debe estar en el centro de cualquier discusión en el mundo descarbonizado. Es la región más biodiversa del mundo, pero también posee enormes cantidades de combustibles fósiles y minerales esenciales para la venidera transición energética”, concluyó el análisis de Canning House.
*Este artículo es elaborado por el equipo de Valora Analitik para Grupo SURA. Su contenido es de carácter periodístico y no compromete posturas o recomendaciones específicas de nuestra Organización.