La integración de criterios ambientales, sociales y de gobierno (ASG) en la gestión de portafolios ha transformado el panorama de las inversiones a nivel global. Sectores como la banca de inversión, los seguros y los gestores de fondos en América Latina no son la excepción.
Por Valora Analitik para GRUPO SURA*
La aplicación de los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobierno) en la gestión de portafolios de inversión ha evolucionado significativamente en los últimos años, impulsada por una creciente conciencia sobre la sostenibilidad y la necesidad de tomar decisiones financieras que no solo generen retornos económicos, sino también un impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad.
En América Latina, este fenómeno ha cobrado particular relevancia debido a la agenda de sostenibilidad impulsada por eventos como la COP16 que se desarrolla este año en Colombia, donde se espera poner el foco de discusión sobre la protección de la biodiversidad, así como generar acuerdos sobre temas como la transición energética, la reducción de emisiones y el papel que el sector financiero desempeña en estos asuntos.
Se estima que cumplir con los compromisos de acción climática en la región requiere una inversión de entre 3.7 % y 4.9 % del PIB regional por año hasta 2030, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentado en el marco de la COP28 de finales del año pasado.
A esto hay que añadir que, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el año pasado creció más de un 20% la adquisición de bonos temáticos en América Latina, donde 55% de ellos han sido destinados a proyectos sostenibles, 20% a bonos vinculados a la sostenibilidad, 10% a bonos verdes y 20% a bonos sostenibles.
Por ello, la banca, los seguros y los gestores de fondos están incorporando estos criterios en sus estrategias de inversión, considerando nuevas metodologías, los tipos de inversiones que promueven y cómo estas tendencias consolidan sus portafolios y los ponen en una posición más competitiva en el mercado actual.
Como indica Lina Uribe, directora de Sostenibilidad de Grupo SURA, “en los últimos 10 años, el interés de los inversionistas en la incorporación de criterios ASG en las estrategias de inversión ha crecido de manera significativa. Ya no se trata solamente de ser rentable sino de dar cuenta de una gestión responsable y sostenible ante un entorno que es cada vez más exigente”.
Contexto global de los criterios ASG en inversiones
En el mundo, los criterios ASG han dejado de ser una mera tendencia para convertirse en una parte integral de las decisiones de inversión. Según datos de Bloomberg, el valor de los activos gestionados bajo criterios ASG superó los USD 40 billones para 2023 y se espera que esta cifra continúe aumentando en los próximos años. Esto refleja un cambio de paradigma en el que tanto los inversionistas institucionales como los individuales están priorizando la sostenibilidad junto con la rentabilidad financiera.
Los pronósticos de Bloomberg destacan que, suponiendo un crecimiento del 15%, un tercio del ritmo de los últimos cinco años, los activos ASG podrían superar los USD 50 billones para 2025. Estas perspectivas se dan en un entorno de incertidumbre ante la creciente presión en los mercados financieros y las políticas macro dispares entre algunas de las principales potencias del mundo.
En América Latina, la integración de los criterios ASG también ha ganado tracción en el contexto de los compromisos adquiridos por cada país para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La banca, los seguros y los gestores de fondos están desempeñando un rol clave en la canalización de capital hacia proyectos que contribuyan a estos objetivos.
Según comentó Mauricio Rodríguez, vicepresidente de inversiones y gestión patrimonial de Protección, “cuando estamos hablando de inversión orientada a temas como la protección de la biodiversidad o la naturaleza, necesitamos iniciativas y grandes capitales que entren a colocar esa primera capa de capital de riesgo, como ya ha sucedido en mercados más profundos. En la región esa conciencia se está generando y vamos en la vía de encontrar esas salidas en común”.
Por otra parte, según un informe de Fasecolda, gremio asegurador en Colombia, sobre los criterios ASG e inversión institucional, las aseguradoras en el país han comenzado a adoptar estos principios como parte de sus políticas de inversión responsable, con el objetivo de mitigar riesgos a largo plazo y generar valor sostenible, incluyendo metodologías de aplicación específicas en los criterios ASG.
Estas son utilizadas para la integración de los criterios ASG en la gestión de portafolios y varían dependiendo del sector y de la naturaleza de las inversiones. Sin embargo, existen algunos enfoques comunes que se están adoptando de manera transversal:
- Integración ASG: consiste en incorporar los factores ambientales, sociales y de gobierno en el análisis financiero tradicional, evaluando cómo estos pueden afectar el desempeño de las inversiones. Este enfoque se utiliza ampliamente en la banca y los seguros para identificar riesgos y oportunidades que podrían no ser evidentes a través de un análisis financiero convencional.
- Inversión temática: esta estrategia se enfoca en invertir en sectores o proyectos específicos que promuevan la sostenibilidad, como las energías renovables, la infraestructura verde o las tecnologías limpias. Por ejemplo, los fondos de capital privado en Colombia han comenzado a apostar por proyectos relacionados con la transición energética o la economía circular.
- Screening negativo: consiste en excluir de las carteras a empresas o sectores que no cumplan con ciertos estándares éticos o sostenibles. Este enfoque es utilizado por algunos gestores de fondos y aseguradoras para evitar inversiones en industrias como las armas, el tabaco o los combustibles fósiles, que presentan riesgos reputacionales o de sostenibilidad.
- Impact investing: la inversión de impacto va más allá de la integración ASG, ya que se centra en generar tanto un retorno financiero como un impacto social o ambiental medible. Los fondos que siguen esta metodología suelen invertir en proyectos que buscan resolver problemas sociales o ambientales específicos, como la pobreza, el acceso a la educación o la mitigación del cambio climático.
Las compañías del Grupo Empresarial SURA han realizado avances concretos en esta materia, con el fin de responder a las exigencias del entorno y, especialmente, de los inversionistas a nivel global. Esto explica por qué Grupo SURA ha sido incluida por 13 años consecutivos en los Índices de Sostenibilidad Dow Jones y en el Anuario de Sostenibilidad de S&P, con evaluaciones superiores al 98% de compañías del sector de Servicios Financieros Diversos.
Un ejemplo de la gestión que vienen realizando las Compañías en esta materia, es el caso de SURA Investments, que está impulsando iniciativas en inversión temática, especialmente en Renta Fija, donde ha incrementado su participación en títulos etiquetados en más de un 194% en toda la región, abarcando bonos verdes, sociales, sostenibles y bonos ligados a la sostenibilidad. Esto refleja el compromiso de la Compañía con impulsar proyectos de impacto positivo y ser líderes del mercado de deuda sostenible en América Latina.
Así mismo, SURA Investments está en constante búsqueda de integrar aún más los criterios ASG en todos los portafolios, realizando evaluaciones cada vez más técnicas y detalladas en las empresas en las que invierte. Esto va de la mano con los esfuerzos en infraestructura, con metodologías alineadas a las normas de desempeño de la IFC y, en deuda privada, con el desarrollo de sistemas de gestión de riesgos ambientales y sociales, en respuesta a la creciente demanda de inversionistas comprometidos con la sostenibilidad y dispuestos a generar impacto.
Tipos de inversiones y sectores prioritarios
El enfoque hacia inversiones sostenibles se refleja en un creciente interés por sectores que tradicionalmente no recibían tanta atención por parte de los inversionistas institucionales. En la región, estos incluyen:
- Energías renovables: los gestores de fondos están incrementando su exposición a proyectos de energía eólica, solar e hidráulica para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Esto no solo contribuye a los objetivos de sostenibilidad, sino que también representa una oportunidad de rentabilidad dado el crecimiento esperado en este sector.
- Infraestructura verde: las inversiones en infraestructura sostenible, como la construcción de edificaciones eficientes en términos de energía y recursos, están ganando popularidad entre los inversionistas institucionales, quienes ven en este sector una manera de mitigar riesgos asociados al cambio climático, además de obtener rendimientos atractivos.
- Transición energética y movilidad eléctrica: Bancolombia ha liderado el financiamiento de proyectos relacionados con la movilidad sostenible, como la transición hacia flotas de transporte público eléctrico. Además, el sector de seguros ha comenzado a desarrollar productos específicos para este tipo de activos, cubriendo riesgos asociados con la operación de vehículos eléctricos o infraestructuras de recarga.
Mediciones de impacto
Un aspecto crítico de la aplicación de los criterios ASG es la medición de su impacto. Existen diversas métricas e indicadores que se utilizan para evaluar el desempeño de las inversiones en términos de sostenibilidad. Algunas de las más comunes incluyen:
- Huella de carbono: mide las emisiones de gases de efecto invernadero de las empresas en las que se invierte. Este indicador es clave para los inversionistas que buscan reducir la exposición a riesgos relacionados con el cambio climático.
- Diversidad de género y equidad: los criterios sociales, como la inclusión y diversidad en las juntas directivas y los equipos ejecutivos, son cada vez más relevantes en la evaluación de las empresas. Los inversionistas están interesados en saber si las empresas promueven prácticas de equidad y diversidad como parte de su estrategia de sostenibilidad.
- Transparencia y gobernanza: los factores de gobernanza son un componente esencial en la evaluación de riesgos, ya que empresas con estructuras de gobierno transparentes y responsables tienden a ser más resilientes y a generar mejores retornos a largo plazo. Los bancos y gestores de fondos en Colombia están incorporando cada vez más estas evaluaciones en sus análisis de portafolios.
Perspectivas y consolidación en 2025
Ante este panorama, se espera que las inversiones con una incorporación sólida de criterios ASG aumenten en el 2025. Esta tendencia está impulsada tanto por regulaciones cada vez más estrictas en torno a la sostenibilidad como por una mayor demanda de los inversionistas, que buscan soluciones que les permitan contribuir a los objetivos globales de reducción de emisiones y responsabilidad social.
De hecho, actores como Bancolombia Capital esperan aumentar en un 30 % sus ingresos y en un 38 % los activos administrados de sus clientes, frente a los resultados al cierre del 2024, con un fuerte enfoque ASG. Hoy, esta organización tiene una oferta de inversiones, que cuenta con más de 18 gestores de fondos mutuos de talla mundial, tales como Pimco, BlackRock, JPMorgan, NinetyOne y Morgan Stanley.
Juan Felipe Giraldo, CEO de Bancolombia Capital, explica que así han logrado un importante crecimiento en dos años y una oferta completa con acceso a múltiples activos, incluyendo acciones, ETF, instrumentos de renta fija, fondos, productos estructurados y alternativos semilíquidos, entre otros.
Por su parte, el Grupo Credicorp desplegó su Estrategia Ambiental Corporativa. Entre los principales avances en gestión ambiental, se etiquetaron 59 créditos verdes por un monto equivalente a más de USD 585 millones a través de BCP, un incremento del 259% respecto al año pasado. Asimismo, publicó el primer Reporte TCFD Credicorp (Task force on Climate-Related Financial Disclosures), el cual describe las medidas adoptadas como parte de la estrategia ambiental. El documento abarca cuestiones relacionadas con el cambio climático en ámbitos como el gobierno corporativo, estrategia empresarial, operaciones, riesgos y métricas, tanto a nivel corporativo, como en subsidiarias.
Así se observa que los gestores de fondos de capital privado y de riesgo también están aumentando su exposición a inversiones que prioricen la sostenibilidad. Por su parte, las aseguradoras están desempeñando un papel clave al desarrollar productos financieros que cubren los riesgos asociados a la sostenibilidad, como los seguros paramétricos para desastres naturales, que permiten una respuesta rápida y eficiente en caso de eventos catastróficos derivados del cambio climático.
En el caso de Suramericana, por ejemplo, ha diseñado soluciones de aseguramiento para facilitar la transición energética y la adaptación de ciertos sectores a los riesgos físicos del cambio climático. En 2023, la Compañía percibió ingresos de USD 63.3 millones por primas de soluciones de aseguramiento con criterios ambientales.
A medida que se acerquen las metas fijadas para 2025, se espera que estas tendencias continúen consolidándose, impulsadas por la demanda de los inversionistas, los avances regulatorios y los compromisos adquiridos en la COP16 y otras instancias internacionales.
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*Este artículo y su video asociado son elaborados por el equipo de Valora Analitik para Grupo SURA. Su contenido es de carácter periodístico y no compromete posturas o recomendaciones específicas de nuestra Organización.