Muchos podrían pensar que cuando se produce una noticia falsa sobre alguien o algo no tiene mayor repercusión en el sistema social pero, están equivocados y acá te contamos por qué.
El Instituto de Internet de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, publicó el informe The Global Disinformation Order (2019) en donde analizó a 70 países y la influencia de la actividad política y la vinculación con redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea. Entre los países se encuentra Colombia.
Estas son 10 premisas sobre el informe que llevan a repensar la dinámica digital de las redes sociales y la manera en cómo es usada por cada persona u organización pública o privada.
- La “propaganda computacional” (uso de algoritmos y datos), en un entorno con altos volúmenes de información y limitados niveles de accesos a verificación que se está convirtiendo en una parte omnipresente de la vida cotidiana digital.
- Esa recolección de datos y análisis de comportamiento se usa como herramienta de control de la información de tres maneras distintas:
- Supresión de los derechos fundamentales
- Desacreditación de opositores
- Ahogo de opiniones disidentes. - Estas acciones afectan la estabilidad de la democracia.
- Facebook sigue siendo la red social preferida para la manipulación en tiempos electorales.
- La actividad de manipulación tiene muchas formas y actores para moldear la opinión pública, establecer agendas políticas y propagar ideas. Existen “tropas cibernéticas” que a menudo trabajan de la mano con empresas privadas, organizaciones de la sociedad civil, subculturas de internet, grupos de jóvenes, colectivos de hackers, movimientos marginales, influenciadores y voluntarios que apoyan discursos específicos.
- Las estrategias de comunicación de las tropas cibernéticas oscilan entre la creación de desinformación o medios manipulados, los informes masivos, las estrategias en datos, el acoso y la amplificación del contenido. Para lo anterior utilizan recursos como memes, videos o sitios web para engañar a los usuarios.
- Los algoritmos, la automatización y el big data cambian la escala, el alcance y la precisión de la información.
- El control de la información no es exclusivo de un momento electoral.
- Las redes sociales que fueron creadas, en un principio, para fortalecer la libertad y la democracia, hoy en día ese objetivo se encuentra distorsionado debido a la ampliación de la desinformación y a la incitación de la violencia.
- Una democracia fuerte requiere acceso a información de alta calidad y la capacidad de que los ciudadanos puedan debatir, deliberar, empatizar y hacer acuerdos.
La Universidad de Oxford acotó las siguientes definiciones de actores y actividades dentro del sistema de difusión de noticias falsas:
- Bots: Son cuentas altamente automatizadas diseñadas para imitar el comportamiento humano en línea. Se utilizan sobre todo para amplificar narrativas o ahogar la disidencia política.
- Cyborg: Son cuentas que mezclan la automatización y la curaduría humana.
- Valence: Se refiere al grado de atractividad del mensaje con cinco clasificaciones. I) Difusión de contenido a favor. II) Ataque o difamación de la oposición. III) Distracción o desviación de conversaciones críticas. IV) Polarización. V) Supresión de la participación con ataques o acoso.
Pero, ¿qué hallazgos encontraron en Colombia?
El informe también indica que las redes sociales más predominantes para la manipulación en el país latinoamericano son Facebook, YouTube, WhatsApp y Twitter que son utilizadas por políticos y partidos con contratos privados para difundir el mensaje que en Colombia suele ir en tres vías, aportar al fortalecimiento de discursos, difamar y polarizar.
¿Qué tanto usan las redes sociales los colombianos?
Hootsuite y We Are Social realizaron un informe, con corte a enero de 2020, en el que afirman que en Colombia alrededor de 35 millones de personas (un 69% de la población total del país) es activa en redes sociales.
La premisa sobre la gran influencia de la información que circula en redes sociales y que muchas veces es usada para manipular y difamar a ciudadanos, sobre todo en momentos electorales o de discusiones públicas, es reafirmada por la cantidad de población colombiana -casi el 70%- que tiene presencia en esos canales digitales.