- A través de Alianza Soluciones y el Proyecto Taparales, aporta a la construcción de paz con el apoyo a comunidades que vivieron el conflicto armado.
- Así mismo, SURA se ha vinculado a iniciativas que contribuyen a la memoria colectiva sobre el conflicto y contrarrestar discursos de odio.
- El apoyo a organizaciones en torno a iniciativas de paz, reconciliación, memoria y verdad hacen parte de las inversiones de Fundación SURA durante 2022.
A propósito de la discusión nacional en torno a nuevos caminos para la terminación del conflicto armado en Colombia, SURA comprende que la construcción de paz y de reconciliación es una tarea de todos. Por eso como Organización ha asumido históricamente un compromiso con soluciones colectivas dedicadas a la generación de conocimiento, construcción democrática, el fortalecimiento del tejido social y la generación de espacios de formación y participación ciudadana.
“Somos ciudadanos corporativos y eso significa que desde los negocios, las relaciones que cultivamos y las iniciativas que apoyamos, tenemos la responsabilidad de ser una organización que crea valor público para la sociedad. Desde Fundación SURA hemos favorecido alianzas entre instituciones para desarrollar proyectos e iniciativas que nos permitan impulsar escenarios de paz, convivencia y construcción de tejido social frente asuntos que nos involucran a todos.”, señaló María Mercedes Barrera, Gerente de Ciudadanía Corporativa de Grupo SURA y Directora Ejecutiva de la Fundación SURA.
Alianza Soluciones: empleo, inclusión y tejido social
Alianza Soluciones es una iniciativa empresarial en la que participa la Fundación SURA junto con otros aliados del país para promover la empleabilidad, capacitación, emprendimientos e inclusión laboral de personas que vivieron el conflicto armado.
La Fundación SURA acompaña el proceso de sistematización y direccionamiento estratégico del programa, que para 2022 ha vinculado a 106 personas en las compañías de la Alianza, lo cual fortalece al interior sus modelos de diversidad e inclusión, y ha apoyado 25 emprendimientos.
“Cuando haces parte de un grupo armado a los trece años, no es permitido planear o tener proyectos de vida, lo único es seguir instrucciones, sin poder pensar en lo que verdaderamente quieres o te gusta. Diez años después, cuando decido desmovilizarme, empieza un camino incierto, difícil y de muchos temores hasta que tengo la oportunidad de trabajar con la Alianza Soluciones. La gente y las empresas deben abrirse para cambiar los prejuicios y construir más posibilidades, ya que los errores que cometemos por falta de oportunidades no definen el resto de nuestra vida”, señaló Gloria, una de las participantes de Alianza Soluciones.
Otro caso es el de Édisson Vergara, emprendedor en el área de producción y comercialización de café, en el sur del departamento del Huila. “Hago parte del proceso de reincorporación. Gracias a las segundas oportunidades hoy tengo mi empresa, estoy saliendo adelante y estoy logrando emplear a muchas personas”, menciona Édisson, que tiene 18 hectáreas con 75 mil árboles de café de cinco variedades distintas.
Como las historias de Gloria y Édisson, muchas otras se tejen en Alianza Soluciones. Esto demuestra que la paz no solo es una urgencia, sino un compromiso compartido para contribuir a un proceso de reinserción y reintegración efectivo a la sociedad.
Taparales: proyecto productivo de los firmantes de paz
De la mano de otros aliados, Fundación SURA impulsa a 93 firmantes de paz y a sus familias, en proyectos productivos agrarios, en Dabeiba (Antioquia), para aportar a la reincorporación económica y comunitaria de los antiguos miembros de las FARC que se acogieron al proceso de paz en la región. “Taparales es un espacio en el que nos sentimos muy contentos y emocionados, porque tenemos al fin lo que soñamos, la tierra. La tierra significa para nosotros una riqueza de vida y esperanza”, comentó Francisco Tuberquia, excombatiente y participante del proyecto.
Actualmente se trabaja en Taparales 10 hectáreas de cacao, 4 estanques de piscicultura con un potencial productivo de 12 mil peces, 10.6 hectáreas de limón, capacitación técnica en apicultura, entre otros proyectos. Además de la comunidad de la vereda y de los firmantes, también participan miembros de la comunidad indígena Emberá. Esto ha sido posible en un predio de 270 hectáreas que fue donado junto a otras compañías para que los firmantes de paz recibieran capacitaciones, iniciaran sus proyectos productivos y hoy se consoliden como un ejemplo de paz y de desarrollo territorial.
Con iniciativas como estas, la Fundación SURA se vincula a la construcción de caminos para afrontar problemáticas sociales del país, apoyada de organizaciones que promueven una cultura de reconciliación y convivencia. Esto también busca activar conversaciones y poner en la agenda pública temas relevantes para que las personas los comprendan y los apropien.
Iniciativas que construyen memoria y paz
La Fundación SURA también se vinculó este año a iniciativas culturales asociadas al proceso de apropiación del informe final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, con el fin de sensibilizar sobre su contenido a diversos públicos en el país.
Además, SURA fue una de las organizaciones que aportaron a que fuera posible la colección "El Testigo", que en 1,372 páginas reúne más de 700 fotografías de Jesús Abad Colorado durante tres décadas, como un ejercicio de memoria sobre distintas realidades del conflicto armado. Dicho por su autor, este proyecto editorial es en clave de futuro "porque a las siguientes generaciones no les podemos heredar los odios y las violencias, sino la esperanza".
Finalmente, Grupo SURA impulsó la ejecución del proyecto "Del monte a la democracia", en Vistahermosa (Meta), seleccionado en la convocatoria Pensar Con Otros 2021 para construir ciudadanía y democracia en Colombia. Este proyecto transmedia recoge 15 historias de vida de personas que vivieron el conflicto armado.
Con una publicación, conversaciones y exposición itinerante, sensibiliza sobre la integración social de firmantes del Acuerdo de Paz y contrarresta discursos de polarización y estigmatizaciones. De hecho, hasta este 3 de noviembre la exposición está en la sala de arte Suramericana, en su sede central de Medellín.